En tres retazos

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Adios, Madrid

20090121

Disparos al aire

Primera pieza como jornalero sin jornal asegurado.


"Pero yo prefiero serlo". Es el lema del Escuadrón 141 del Ejército del Aire, uno de los dos que conforman el Ala 14 de la Base Aérea de los Llanos, que ayer martes fue protagonista involuntaria con el fallecimiento de dos capitanes y un teniente, mientras realizaban un ejercicio de simulación de combate.



Ese lema invoca como ninguno el carácter de los militares de hoy, tan distante en tiempo, forma, modos y contenido de los sargenturrones de antaño. No habrán sido pocas voces las que todos y cada uno de los pilotos de las bases aéreas habrán oído, recordándoles que el día menos pensado pueden ser carne de cañón. Pasto de las llamas y la desgracia, al cruzar sus alas con las de otro Mirage F1, mientras sobrevuelan una estepa en la que se libran más guerras abajo, entre caciques y millonetis, tan faltos de altura de miras como sobrados andan los uniformados de la fuerza aérea.

"Pero yo prefiero serlo", habrán respondido en todas y cada una de las ocasiones. Ser auténtico, ser dueño del infinito espacio que se abre frente al morro incandescente de cada biplaza, de cada monoplaza. Ellos, como el pirata de Espronceda, sí pueden cantar, qué contradicción, aquello de "allá muevan feroz guerra ciegos reyes por un palmo más de tierra, que yo tengo aquí por mío cuanto abarca el mar (el aire) bravío, a quien nadie impuso leyes".

Como les decía, aquí en tierra firme, las luchas son siempre más ladinas, más esquivas y, por tanto, más encarnizadas. En el aire te puedes ciscar en san Cucufato, siempre que tengas a bien hacerlo a micrófono cerrado. En tierra llana, aunque uno se pasee por la mismísima Avenida de la Libertad, la pared menos pensada tiene espías contratados, cámaras ocultas en cada papelera, y sabandijas de todo pelaje dispuestas a rebanarte una idea con tal de robar las cuatro perras chicas que toda idea vale en tiempos de pensamiento único. Alguien no aprendió la lección de que no hay mayor traición al progreso que robarse entre curritos. Pero no están los tiempos para andarse con sandeces de sutileza. Primero, mi culo, es el lema universal para tiempos convulsos.

Eso no lo va a cambiar ni el nuevo inquilino de la Casa Blanca, con el que se nos ha hecho el trasero pepsi-cola. Quizá quienes con más rigor han tratado el asunto han sido los metomentodo de Sé lo que hicisteis. Al hablar del "primer presidente negro", esa rubia lista que tan bien se ríe de sí misma interpretando el papel de rubia tonta anotó: "Eduardo Zaplana".

Es uno de los elementos clave que le falta a Albacete para ser esa ciudad moderna y cosmopolita que Foros, federaciones de vecinos, gineres de los ríos, parques científicos y demás eurocopters quieren construir. Quitarse un poquito de Joaquín Abati, autor de El Orgullo de Albacete, e imitar más a la gente de Muchachada Nui. Es paradójico: mientras Albacete no se ría de sí misma, no acabarán de tomarla en serio.

Hasta que ese momento llegue, mejor que nadie trate de hilvanar el trastazo de los Mirage F1 con las advertencias lanzadas, en su día, por plataformas de corte antimilitarista. No vaya a ser que le adviertan con el dedo, primero para que se calle, y después para que se marche. No son buenos tiempos para pronunciarse... respecto a casi nada.

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