En tres retazos

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Adios, Madrid

20090709

Pleitesía a la ineficacia

Publicado en Confidencialba el 8 de julio de 2009


Comisaría provincial de Albacete, Cuerpo Nacional de Policía. Media mañana. O algo más tarde. En todo caso, sol, calor. Julio. Y la estepa manchega no ayuda a aplacar la justicia de Lorenzo. En la puerta el curioso crisol de ciudadanos que hay a la entrada de cualquier comisaría de España: entre pintoresco y decadente, como la calle Montera de Madrid y la clientela media de un supermercado de barrio, todo bien agitado en coctelera y servido sin pedir perdón. Pepe Pérez está citado a las 12.58 para renovar su Documento Nacional de Identidad. Y sin confesar.

Pepe Pérez es español. Lo cual le pesa cada día más. No llega al grado de Sánchez Dragó, que no se ve español, ni expañol, ni antiespañol; pero le pesa. Una lástima, piensa, con lo divertido que es el país. Pero que cainitas somos, jodíos de nosotros, añade. Pasa como Pedro por su casa a la comisaría, y si no se detiene él a preguntar, nadie le dice nada. Adelante, adelante. Ya, ¿pero qué hago?, se inquieta. Ahí, ahí, en la puerta están los nombres y el número que les corresponde. Ah, vale.

Pepe Pérez, como buen ciudadano que cree ser, ha llegado antes de la hora. Unos quince minutos. Su hora y su nombre dicen que es el 59. Echa un vistazo, y van por el 38. Carape, se dice, tendrán que ir rápido. Ni siquiera se da la opción de temerse lo peor, el típico retraso administrativo sine die. Eso era antes, se convence, antes de estos tiempos digitales, no hay más que ver las dos pantallas planas tan cucas ellas que han puesto por mesa. Nada. A sentarse que enseguida llaman. Y se sienta.

Han pasado diez minutos y están estancados en los números 40, 41 y 42. Vaya, algún problemilla habrá surgido. Pepe Pérez, que tiene el feo vicio de fumar, tiene la ocurrencia de matar el tiempo consumiendo(se entre) humo. Pero se aplaca, no vaya a ser que la cosa se acelere. De haberlo sabido, se habría traído un libro. Porque tiene otro feo vicio que, como el tabaco, cada vez se estila menos: la lectura. Así que mata el tiempo de la mejor forma que se le ocurre: silborroteando alguna melodía inventada, y estirando las piernas con esos pasos medidos, calculados y hasta contados que todo mortal pronuncia cuando no sabe muy bien a cuento de qué está dándose un paseo.

El tiempo de cortesía se ha agotado. Pasan diez minutos de la una y están en el 45. A fumar. Fuera, se las ingenia para controlar el turno. Cuando reingresa, no han pasado del 48. Algún SMS, mirar otra vez las caras que siguen y las que han llegado. Un ciudadano monta un pollo porque unos que van sin cita son atendidos… Lo dicho: Montera más supermercado de barrio. Pasan unos cuantos números sin ciudadano, lo que acelera el asunto. Pero hace tiempo que el reloj dejó atrás la una y media.

Al fin. 59. Vamos allá. Pepe Pérez, que además de correcto y resignado está al día en lo digital, tiene cuentas en varias redes sociales, edita un par de blogs y tiene casi más conocidos sin rostro que rostros conocidos, ha leído las indicaciones en la página web del Ministerio del Interior. Ahí dice que DNI antiguo y fotografía 26x32 milímetros. Y Pepe Pérez, con esas manitas que dios le ha dado, se ha fotografiado y se ha impreso a sí mismo en su casa en papel de a 200 gramos el metro cuadrado. Lo tiene controlado. O eso cree.

“DNI antiguo, fotografía y 10 euros”, le sueltan tras los buenos días. Vaya, el tercer elemento no consta en la web de Interior. Pero todo sea por el trámite, de suerte está que el día anterior cambió un billete de 50 con el menú de mediodía. Las fotos son estas. A ver, dice la mujer que le atiende… Ay no, pero estas no valen, mira, tienen que ser de este tamaño. Pepe Pérez calcula el tamaño que le indican y alucina en más colores que ofrece la Nikon con la que se autorretrató. Pero si eso no es 26x32, apunta, eso es mucho más. Pues si quieres, fuera hay un fotógrafo… O te pido vez para las 8.30 de la semana que viene. Que, dentro de lo malo, no es lo peor: con la cita a primera hora se asegura uno no tener que esperar casi 60 minutos desde que llega a comisaría.

Lo pactan, y la mujer le indica por triplicado –cosas de la función pública, fijo¬–, que es un favor personal. Fíjate bien en la puerta, agrega, que indica cómo han de ser las fotografías. A la puerta va, y allí un cartel desmiente a la web de Interior por un milímetro… pero también a la señora que le atendió: 25x32 milímetros. Las fotos que acaba de ver como buenas son mayores, eso es seguro. Y por si fuera poco, el cartel de la puerta aporta un matiz: la cara debe tener entre 20 y 25 milímetros de largo. Vale, pero ya puestos y por si acaso, decide preguntar al fotógrafo, que encuentra a la entrada del supermercado con pinta de “ya ves, echando la mañana”. ¿25x32, entonces? No, hombre, no, 25x35, creo. Hala. Sin dar crédito, Pepe Pérez pregunta "y a cómo", que así se pregunta en los mercados –y en Montera–. A seis euros las cuatro, le responde el menda.

Pepe Pérez da las gracias y se marcha. Como no sabe para qué carajo le hacen falta cuatro fotos no ha pagado seis euros. Y se va cuesta abajo pensando en que no tiene fotos, ni sabe si acertará con las que traiga la semana que viene, ni le han explicado por qué hay que pagar 10 euros ni, por supuesto, sale con el DNI renovado. Y que en este país entre todos matamos a la seriedad y ella sola se muere asco. Extasiada. Anonadada. Y que, con todo y eso, está de enhorabuena, porque sin comerlo ni beberlo resulta que encima le han hecho un favor personal.

Después de lo visto, poco ha de importar que la web de Interior no dé la información precisa. O que una cita a una hora tan concreta como las 12.58 sea, a la hora de la verdad, dúctil y maleable. Porque el dolor de ser español se compensa con una España divertida, caótica, estrafalaria, ruidosa, y con un favor personal. O con dos. Y encima el paro ha bajado, dicen el INEM y el FEIL. Es el non plus ultra de la buena suerte. Pues hasta la semana que viene, y que dios reparta suerte.

2 comentarios:

  1. qué guapo te ha quedado el blog, cabrón

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  2. Lo que tiene dejarse de gaitas xml/css y hacerse con una plantilla, y añadirle unas leves modificaciones...

    Gracias

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