Primera columna de la nueva versión de www.confidencialba.com, de inminente puesta en marcha
Deseo con toda mi buena razón y mi mayor fe, que es poca en parte por culpa de quienes pregonan lo de “arrodillaos hijos, arrodillaos siempre”, que el escándalo destapado por Wikileaks se convierta en un “viral” con mucha más fuerza de la que ya ha generado. Me refiero a la matanza del Apache en uno de esos paraderos en los que Cristo perdió el mechero y el Tío Sam el petróleo, y a donde mandan a pobres marineritos yankees de medio pelo, media casta, media hipoteca y media clase social –que no clase social media– a jugarse el pellejo por los caprichos de los halcones que mandan en la América “de las libertades”.
Se lo puse a una amiga en su perfil de Facebook días atrás, tal cual se lo cuento ahora a ustedes. Si no han visto el vídeo, están tardando en hacerlo. Sigan este enlace –si sobrevive a la censura, que no existe, pero como las meigas haberla hayla–, y juzguen por sí mismos. Dura 17 minutos. Pero pesan como 17 segundos. Echo Charlie Bravo, fucking bastards, shit, fire, ratatatá. Fulminados 11 civiles, dos niños heridos. Y la mala sangre de saber que los que disparan son de nuestro bando, es decir, el de “los buenos”.
Sí. Que se convierte en viral. Que siente a la Administración Bush al completito y sin distinción por razón de sexo, edad, género o color de piel, en el banquillo de los acusados del Tribunal Penal Internacional. Si aquí tenemos la santa huevera de sentar en el banquillo al juez Garzón porque dos organizaciones ultras dicen que se pasan por el forro la Amnistía de 1977, digo yo que no será tan difícil combinar metralletas, Apaches, rangos militares y acabar apretándole el pescuezo y la conciencia a George Walker Bush, y a la plétora de compañeros de pelota del patio de colegio del Gobierno estadounidense.
(Los nostálgicos de tiempos remotos que quieren apartar las “sucias manos” de Garzón de la judicatura ignoran, por cierto, que la Amnistía en la que se pretenden amparan no tiene rango superior a la Convención Internacional sobre la Protección de las Personas Físicas contra las Desapariciones Forzadas, firmada por España en 2009. Si quieren saber por qué, lean este fantástico análisis publicado en Periodismohumano.com).
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